Las ocho ramas - 1. Yama
La primer rama del Ashtanga es YAMA. Es el primer paso del Yoga.
La palabra yama proviene de la raíz sánscrita yam que significa comportamiento. Esta rama esta relacionada con la interacción consciente del individuo con otros seres y su entorno.
La practica de yama consiste en cinco partes:
- Ahimsa: La no violencia. Significa no causar daño a ningún ser, incluyendo animales, medioambiente y esencialmente a uno mismx. En cualquier momento o cualquier razón, a través de la palabra, el pensamiento o la acción.
- Satya: Es la veracidad. Buscar la verdad en palabra, acción y pensamiento. La veracidad también comienza internamente, con la aceptación y compasión.
- Asteya: Asteya es no robar, engañar, envidiar, compararse. El no poner esa atención afuera, potencia la propia energía y abundancia interna. Los yogasutras indican "Al establecerse en no robar, allí ocurre el alcance de toda prosperidad".
- Brahmacharya: "No derrochar", aunque tradicionalmente se lo interpreta como reglas y abstinencias sexuales, muchas escuelas lo traducen como moderación en general, por ejemplo; al comer, al dormir, hablar, etc. La moderación con un enfoque de conciencia y observación en nuestro accionar. En este sentido linkeo Brahmacharya directamente con ahimsa, la moderación surge con la autobservacion y el discernimiento. Es una herramienta para el autocuidado, el cuidado de otros y del medioambiente, dejando de lado los excesos destructivos. Para cultivar Brahmacharya es preciso estar en presencia. "Si la mente se dirige hacia el ser interior para conocer la naturaleza del ser, la fuerza aumentara."
- Aparigraha: Desapego, no posesividad. Aparigraha es la aceptación activa de los cambios constantes que se producen en la vida. No aferrarnos, ni querer controlar, no solo en el campo de lo material, si no en todos aspectos de la vida.
Las cinco partes de yama nos invitan a observar nuestra forma de vincularnos. Esa observación puede ser transformadora.
La practica de asana (practica física) es un buen lugar para comenzar a observar y practicar estas cinco partes, practicar sin violencia hacia nuestro cuerpo o mente, con veracidad para con nosotros mismxs, sin compararnos, con entusiasmo pero sin derrochar nuestra energía, sin apegarnos a las posturas y a sus formas, etc. Con el tiempo y un poco de suerte esa practica se expande hacia nuestra vida cotidiana. De esa forma la practica de yama deja de ser algo que tenemos que hacer como obligación o regla, y se convierte en una herramienta para observarnos, aceptarnos y tal vez abrirnos a la posibilidad de que algo se transforme de manera genuina en nuestro interior.
Este es un tema que me apasiona mucho, aquí esta muy resumido y un poco masticado por mi interpretación. Espero que si les interesó, no se queden con lo que les escribí, si no que puedan investigar, sacar sus propias conclusiones y llevar esta observación al mat.
Bibliografia: "El yoga dinamico" Alejandro Chiarella
"Yoga mala" Sri K Pattabhi Jois
http://yogaconciencia.blogspot.com/search/label/Aparigraha
Comentarios
Publicar un comentario